CONTACTO
¿Quieres saber más o quieres suscribirte ahora? Entonces póngase en contacto con nosotros.
Amoníaco - NH3
El amoníaco es un gas incoloro que, en altas concentraciones, tiene un olor muy fuerte. Es un compuesto de nitrógeno (N2) e hidrógeno (H2).
Que es amoníaco?
Hay dos tipos de compuestos nocivos del nitrógeno:
En resumen, la palabra "nitrógeno" se utiliza a menudo cuando se habla de (uno de) estos compuestos.
Una vez emitido, el amoníaco permanece en la atmósfera durante unas horas, durante las cuales el viento puede esparcir el gas a grandes distancias. Esto permite que el amoníaco permanezca en el aire durante kilómetros más allá de donde se emitió. A continuación, el amoníaco puede precipitarse en el suelo, lo que llamamos deposición. Como el amoníaco se utiliza para diversos productos, como fertilizantes y productos de limpieza, se produce en grandes cantidades. Además de esta producción, el amoníaco se emite desde los vertederos, las plantas de tratamiento de aguas residuales y las aves, entre otras cosas. El amoníaco también se produce cuando un animal come proteínas, lo que hace que acabe en el estiércol.
Parte de ese amoníaco puede reutilizarse para fertilizar los pastos. Sin embargo, el amoníaco también puede liberarse y acabar en el aire. Este amoníaco en el aire se propaga por el viento y puede precipitarse en zonas donde normalmente hay poco o ningún nitrógeno, como arenas y brezales a la deriva, con todas las consecuencias que ello conlleva.
- Dióxido de nitrógeno (NOx)
- Amoníaco (NH3)
En resumen, la palabra "nitrógeno" se utiliza a menudo cuando se habla de (uno de) estos compuestos.
Una vez emitido, el amoníaco permanece en la atmósfera durante unas horas, durante las cuales el viento puede esparcir el gas a grandes distancias. Esto permite que el amoníaco permanezca en el aire durante kilómetros más allá de donde se emitió. A continuación, el amoníaco puede precipitarse en el suelo, lo que llamamos deposición. Como el amoníaco se utiliza para diversos productos, como fertilizantes y productos de limpieza, se produce en grandes cantidades. Además de esta producción, el amoníaco se emite desde los vertederos, las plantas de tratamiento de aguas residuales y las aves, entre otras cosas. El amoníaco también se produce cuando un animal come proteínas, lo que hace que acabe en el estiércol.
Parte de ese amoníaco puede reutilizarse para fertilizar los pastos. Sin embargo, el amoníaco también puede liberarse y acabar en el aire. Este amoníaco en el aire se propaga por el viento y puede precipitarse en zonas donde normalmente hay poco o ningún nitrógeno, como arenas y brezales a la deriva, con todas las consecuencias que ello conlleva.
¿Cuál es el problema del amoníaco?
El exceso de amoníaco en el aire es perjudicial para la salud de las personas y reduce la biodiversidad.
Qué hace el amoníaco en la naturaleza
La naturaleza necesita amoníaco, pero un exceso tiene un efecto negativo en la biodiversidad. Esto se debe a que el viento esparce el amoníaco a grandes distancias, lo que hace que un exceso de amoníaco acabe en las reservas naturales. Allí, algunas plantas, como las hierbas y las ortigas, crecen con mayor vigor debido a este exceso, con el resultado de que las plantas vulnerables son desplazadas. Como consecuencia, desaparecen los insectos, las aves y otros animales que dependen de estas plantas. Así es como disminuye la biodiversidad.
Lo que el amoníaco hace a la salud humana
A algunas personas les puede molestar mucho el fuerte olor del amoníaco. Además, el amoníaco puede afectar a las membranas mucosas y a los órganos respiratorios, entre otras cosas, cuando se inhala. El amoníaco también puede irritar fuertemente los ojos.
Además, el amoníaco en el aire puede convertirse en partículas. Esto ocurre cuando entra en contacto con los óxidos de nitrógeno y azufre. Estas partículas son perjudiciales para el ser humano, tanto que suponen una pérdida media de la esperanza de vida de nueve meses. Además, agrava las enfermedades cardiovasculares, respiratorias y pulmonares existentes. No existe un nivel seguro de partículas: cualquier concentración es mala para la humanidad.
Además, el amoníaco en el aire puede convertirse en partículas. Esto ocurre cuando entra en contacto con los óxidos de nitrógeno y azufre. Estas partículas son perjudiciales para el ser humano, tanto que suponen una pérdida media de la esperanza de vida de nueve meses. Además, agrava las enfermedades cardiovasculares, respiratorias y pulmonares existentes. No existe un nivel seguro de partículas: cualquier concentración es mala para la humanidad.
¿Cómo ayudan los datos satelitales al problema del amoníaco?
Los datos satelitales pueden indicar la concentración de amoníaco en el aire. Se calcula que alrededor del 40% del nitrógeno de las reservas naturales procede de la agricultura, y la mayor parte se debe a las emisiones de amoníaco. Por esta razón, los agricultores tienen la tarea de reducir drásticamente sus emisiones. Dado que los datos por satélite proporcionan información precisa sobre los valores medios de los gases en una zona determinada, como una pradera, es posible registrar directamente si determinadas medidas tienen efecto en la ganadería. Los datos también pueden utilizarse para explicar los niveles medidos, para vigilarlos y para avanzar en las decisiones de políticas.
En resumen:
- El amoníaco es un gas incoloro con un fuerte olor.
- Es un compuesto de nitrógeno (N2) e hidrógeno (H2).
- Se producen grandes cantidades de amoníaco en todo el mundo.
- Como el amoníaco permanece en la atmósfera durante varias horas, el gas puede propagarse a grandes distancias.
- El amoníaco reduce la biodiversidad.
- El amoníaco puede afectar a las membranas mucosas y a los órganos respiratorios e irritar fuertemente los ojos.
- El amoníaco puede convertirse en partículas.
- Los datos satelitales pueden utilizarse para controlar la concentración de amoníaco en el aire.
Estas interesado en nuestro producto?
Por favor contáctenos.
|